Cómo cambian las cosas...

Si ayer el título ya auguraba que el día podía presentarse pelín torcido, hoy puedo afirmar, sin lugar a dudas, que ha empezado bien (veremos cómo acaba, pero de momento). Para empezar me he despertado casi a las 7 de la mañana (7 horazas del tirón! bueno, del tirón tampoco, que desperté a las 4, pero retomé). Total, que hoy me encuentro genial. Que ya sabemos que probablemente signifique que la próxima noche no va a ser igual de buena., pero eso ya tendremos tiempo a comprobarlo... O no. A lo mejor también duermo bien... La bola de cristal que tanto creo necesitar...

Os cuento un poco el día de ayer, porque fue de todo menos aburrido :-) Ahora ya lo veo diferente porque descansé y porque me tocó con la psicóloga, que me recoloca un poco y me hace ver las cosas desde otra perspectiva mucho más realista, pero os juro que ayer lo único que se me venía a la cabeza por momentos era "joder, ya valió, no?"

Ya el día había comenzado de aquella manera, durmiendo poco y demás, mi intuición me decía que no iba a ir del todo bien. A media mañana me voy al fisio pero no puedo llegar a la sesión. Décimas. Gran susto. No me jodas, décimas? Y ahora? Qué hago? Ir al punto COVID? Ya hasta me sudaban las manos! Me estoy empezando a poner nerviosa. Lo que menos necesito ahora es coger el bicho. No sé si sabéis, por cierto, información un poco importante, que los estudios demuestran que las personas con EM no tienen mayor predisposición a pillarlo ni a desarrollarlo de una forma más "violenta" que el resto de personas sin patologías. Eso sí, lo que no he conseguido encontrar, es información acerca de los efectos neurológicos que puede dejar tras su paso por nuestro cuerpo... supongo que aún no saben. Ya tenemos nosotros el cerebro bastante frito como para que llegue el bicho y lo acabe de desarmar... Este ha sido el bricoconsejo de hoy :-) Que no lo pilléis, que no estaréis (en principio) peor que cualquier otra persona pero... que puede haber efectos neurológicos y no convienen nada.

Sigo con mi día horribilis. Una hora sin nada que hacer por Oviedo, claro, intentando no acercarme a la gente, no tocaba absolutamente nada, tenía miedo de sentarme por si lo dejaba en el banco y venía alguien después... como comprenderéis, un poco de paranoia, daba. Pero tenía que esperar a que el maromo del otro lado de la cama viniese a recogerme. Me sentía perdidísima. Sí, que desde fuera se ve facilísimo, ya. Pero hay que verse en la situación de "hostia, que igual contagio a alguien y no quiero" y no puedo escapar de este sitio de ninguna manera, en qué me voy... en transporte público???

Total, nada. Llegué a casa y las décimas se convirtieron poco a poco en 37 graditos como mucho. Para mi, nada fuera de lo normal, la verdad. Por ahí ando muchas veces. Me tomé la temperatura toda la tarde y a partir de la tarde no subí de 36.5 en ningún momento. Bien, muy bien. Sigo controlando por si acaso, pero sigo en 36.5 y ningún síntoma aparente. Mi único pensamiento en todo ese tiempo, además, era "hostia, que estuve toda la mañana con mi suegro y la abuela del maromo de la esquina de la cama....!" Bueno, finalmente, el maromo me recoge en Oviedo y justo antes recibo una llamada que llevo esperando desde hace años, ahora, en pleno brote, con el miedo de mis decimitas. Hombre, no me jodas, años esperando... y ahora? Y os estaréis preguntando qué llamada tan importante era ésa... Pues os vais a quedar con las ganas, porque no puedo contarlo hasta que quede definitivamente resuelta la cuestión. Sólo puedo decir que es algo de lo que tenemos muchas ganas, que nos hace mucha ilusión, que va a cambiar por completo la dinámica de esta casa y de esta familia y que mañana, algo más sabremos, pero tampoco podremos contar nada hasta que, repito, no se resuelva del todo. Por otra parte, esa llamada también exige un trabajo añadido muy burocrático que con solo escuchar lo que me pedían me daba vuelta la cabeza, y prácticamente, de un día para otro. Qué agobiazo! Lo raro es que no me hubiese subido la fiebre a 39 en un momento! ajajjjaja La historia es que tengo que conseguir papeles que, yo pedirlos, los pido... pero que no sé si voy a poder conseguir en el tiempo que me piden. Ya se sabe que la burocracia en este país es mucha y muy variada, lo tengo complicado. He apostado por suplicar. No se me caen los anillos. Si hay que suplicar un poco (o un mucho) para conseguirlo... se suplica, faltaría más! Pero va a ser complicado, sí...

Como digo, gracias a dios, ahí estaba mi salvadora, mi psicóloga, para centrar mi cabeza y ver que no era para tanto, que puedo manejarlo, solo tengo que tener la cabeza todo lo fría que pueda (que va a ser difícil, eh?) y tomármelo, como suelo hacerlo, con un poco de humor y mucha filosofía. Así que ya predijo ella... hoy vas a dormir bien, porque tienes la mente cansada de todo lo que te ha pasado hoy, y no se equivocó ni un pelo. La que vale, vale! ;-) (buenos días, Victoria!)

Y por lo demás no hay novedad, no os parecerá poco, no? Ahora mismo voy a publicar y empezar a llamar para suplicar. Me encanta! :-D A ver si consigo algo, por poco que sea, al menos...

Por la sombra!