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  • Foto del escritorNagore LM

Día 12, creo

La verdad que estoy muy muy despierta y no pensé que fuese a ser así. Las 4.30 h. Ayer fue un día largo por todo lo que dio tiempo a que pasara y creí que iba a estar más cansada física y mentalmente y por ello, dormiría mejor. Pero aquí estoy. Escuchando a los Rolling delante del ordenador sin ganas de nada, pero de dorrmir... de dormir tampoco. Sympathy for the devil. La mujer de verde, ésta parece que se me apetece más. Al menos me da un poco más de vidilla.

Estos días, con esto de las redes sociales, he estado viendo mogollón de cosas que hace la gente, al igual que yo estoy escribiendo (bueno, a ver, escribiendo... tecleando, centremos la pelota) para poder llevar y contar esta historia de la EM y flipo con la gente, cómo se lo monta, qué cantidad de habilidades hay por ahí. Yo simplemente tecleo y lo decoro con una fotuca de muy dudosa categoría que en algún momento me dio por hacer. Hay gente que cuenta su EM a través del jazz, de comics de gatos, del deporte, otros que les da por investigar y comparten y resumen artículos científicos sobre la EM que, menos mal que nos resumen a los comunes mortales, porque son indescifrables, al menos para mi (joder, eso es imposible, parece que lo hacen a posta para no entender absolutamente nada, pero esta gente te lo acerca mucho y se agradece mucho también, o al menos yo se lo agradezco). Si alguien está interesado puedo pasarle cuentas que a mi me parecen muy interesantes, sin problemas, es twitter, creo que no rompamos ninguna protección de datos :-)


Mira que tengo temas sobre los que podría hablaros hoy, pero sinceramente... hoy no estoy pa ello, no nos engañemos. Así que seré breve (o lo intentaré, porque después me enrollo que da gusto). Cuando estás en brote, sobre todo, te olvidas un poco (un mucho) del resto del mundo y lo que pueda estar sucediendo a tu alrededor porque sientes que únicamente debes ocuparte de ti. Y de repente te ves envuelta en escribir lo que no tienes muy claro si servirá a alguien, pero a ti sí, así que el resto te la sopla, la empatía cae a -1.000.000, también la asertividad, esos valores inculcados, aprendidos, interiorizados... se te esfuman como por arte de magia porque solo te importas tú. Qué más da lo que pase al mundo? Yo no estoy bien y no quiero saber más. Y ayer la vida me dio una hostia fina (no solo a mi, claro), de esas que te dejan la cicatriz en medio del mentón, y me recordó que fuera de esta "habitación del ordenador" la vida sigue y puede ser muy cruel. La verdad que me lo podía haber dicho de otra manera, creo que me hubiera enterado igual. Pero no. Creo que al final todo quedará en un susto, confío en que así sea, un negro y oscuro recuerdo de algo que no me quiero ni imaginar, pero de momento, solo esperar. Esperar. Creo que una de las acciones (no acciones) más difíciles que pueden ponerse en práctica (no práctica). Seguro que nadie se sorprende si digo que cuando te sucede, duele, o puede dolerte, pero cuando le sucede a los que quieres... es otro nivel.


Bueno, necesitaba desahogarme, sin más. Lo siento. Ya está. Lo que tenga que ser, será, mejor no darle muchas vueltas.


Cambio y os cuento el día de ayer, mucho mejor para retomar. Siempre que estoy de brote o recuperando de uno, me gusta ir a la playa (como suele ser en septiembre, es genial), dar un paseo con los pies en el agua fresquita (bueno, fresquita, a veces congelada- ay, el cantábrico...-), lo que el cuerpo me deje, que caminar por la arena jode un poco al día siguiente :-) , me tumbo en la toalla con la cámara, hago unas fotos del mar, veo a la gente pasear, y, sobre todo, duermo la mejor siesta del mundo. Esa siesta al lado del mar, con los pies mojados tapados con una toalla mientras escuchas al mar empezando a enfadarse porque quiere cubrir la arena cuanto antes -os recomiendo que siempre tengáis a alguien al lado controlando la marea, ayer tocó correr un poco :-) -. Al despertar, sientes como si la EM no existiese, ni el brote ni nada en el mundo que pudiera perturbarte lo más mínimo. Indescriptible, en serio. Bueno, al que prefiera hacerlo en la montaña, le causará la misma sensación, pero sin marea acercándose, la playa no es obligatoria :-D Encima vimos dispositivo de la guardia civil, socorristas, surfistas, barcos de recreo... porque algo había pasado por los acantilados, así que fue, cuanto menos, diferente.

Regresé a casa, regresamos, relajadísimos, por eso creí, ilusa de mi, que dormiría bien porque estaría agotada (el mar agota y la piscina da hambre, sabiduría popular). Pero vamos, que volví a equivocarme.


De todos modos, no se me apetece mucho estar levantada, voy a echarme otro rato y que nuevamente, sea lo que tenga que ser.


Por la sombra!


P.D. Podéis creer que todos los días me levanto a escribir un poco y tardo mogollón en empezar a escribir el post porque no recuerdo dónde tengo que entrar? Claramente, me desfaso.

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