top of page
  • Foto del escritorNagore LM

¿Pero qué hacéis ahí a estas horas, almas cándidas?

Hoy me despierto (además, en su sentido más amplio, absolutamente nada de sueño) a las 3.11 h. Enciendo el móvil para saber qué hora es (algún día compraré un reloj, lo juro, es que se me queda la tarea grande :-D) y mi cabeza empieza a pensar cuál será la mejor estrategia para esta noche. A las 8:30 tengo que levantarme para ir a clase de danza del vientre (mola pila, en serio, os lo recomiendo), así que, siguiendo la tónica de estos días, me puedo levantar, escribir, volver a a cama cansada y dormir otro poco. Estaría genial, no sería mal plan: a las 5 h. en la cama otra vez. Mi sentido común, dicen que el menos común de los sentidos, me dice que ésa puede ser la mejor opción, así que cuanto antes me levante, antes me vuelvo a dormir. Planazo. O no. Yo ya qué sé, que sea lo que sea pero que sea.


Así que me levanto, enciendo el ordenador y... sorpresa! alguien acaba de conectarse desde Madrid. Pero a ver, alma cándida, qué haces a estas horas! Ojalá, ojalá, estés llegando de fiesta, me da que no va a ser así por las circunstancias, pero ojalá fuese así. Y yo contigo. Una buena juerga. Molaría, eh? Algún día volverá a ser como nunca nos hubiera gustado que dejase de ser. En serio, venga, lo que ojalá, ojalá sea, es que te levantaste a cambiar un pañal o acabaste de ver una serie a la que estás enganchadísimo, y no que te encuentres en circunstancias como la mía ahora mismo o peor (que las hay, eh? Muchísimo peores, qué positiva me levante, no? :-) Todo el mundo tiene lo suyo y jode; yo, esto; vosotros otras cosas, fijo.


Al lío.


No tengo ni idea de qué hablaros hoy, en serio. El maromo de la esquina de la cama hoy ni se inmutó cuando me levanté, así que no hay grandes ideas. Bueno, puedo hablaros de la poco que sé del ejercicio en tiempos de brote y en tiempos de no brote, de eso algo sé porque me gusta practicarlo, sin más.

Ya hablamos de que yo practicaba patinaje de velocidad, me gustaba mucho hasta que me dejó de gustar, explicado está en otra entrada; luego, antes del diagnóstico, no practiqué demasiado, no se llevaba ir disfrazada de fosforito corriendo por ahí,¡; si no, seguro que hubiese corrido, seguro.

Cuando me diagnosticaron no me dieron ninguna pauta sobre ejercicio que yo recuerde, pero ya dejé ayer bien claro que puede ser que simplemente no lo recuerde, ni afirmo ni desmiento. Años después, hablando del tema, alguien me dice que porqué no camino, es caminar, no puede ser malo; me parece buena idea, empiezo a hacerlo diario y me va genial, para todo, me siento más ágil, con más fuerza, con más ganas de comerme el mundo; me llevaba a mi perro, mi gran Yeiko conmigo y nos metíamos algunos kilómetros casi a diario, los dos disfrutábamos muchísimo; en esa época la salud de los dos iba genial, y cuando te encuentras bien, no te acuerdas que puedes llegar a tener un límite. Volvemos, cada uno sabe donde tiene el límite, tú también, todos, aprende a autorregularte; algo que tuve que aprender fue que el momento de dar la vuelta a casa no era cuando ya estaba cansadísima y no podía más; a esas horas ya debería estar, mínimo, a 100 metros de mi casa, pero fui aprendiendo, no pasa nada, para eso estamos, para darnos hostias y aprender, si no, de qué? ;-) Poco a poco, el propio cuerpo me pedía ir cada vez más rápido y empecé a correr, y Yeiko feliz conmigo; no duró mucho esa época porque a los pocos meses o semanas, no recuerdo, me dio un brote y me dijeron "bueno, vale, ahora correr no, ahora relajadita en casa un poco"; no creáis que dejar de correr fue un gran disgusto para mi, lo hacía para moverme, no porque me encantase... Tampoco creáis que no quiero decirnos en qué consistió el brote, es que no lo sé, en serio, ni me acuerdo ya, qué más da, uno, quizás ahora parece que se me viene que fuese de vértigo pero no me hagáis mucho caso. Total, que volví a parar hasta que traté el tema con el neuro y me dijo que debería hacer algo, pero sin forzar, suavecito (dios, qué verano con la puta canción), que buscase deportes que no fuesen de impacto (correr no era la mejor opción ni mucho menos), que no me dejaran agotada.... pero que me moviese, desde luego. Empecé entonces a practicar danza del vientre y me enamoré, movía todo el cuerpo, incluso músculos que desconocía tener, de forma suave, sin impacto, me subió la autoestima, corregí postura... estaba genial; luego tuve que dejarlo y medio dejarlo un año y medio año respectivamente por otros brotes (los que fueran también); pero volví y sigo porque creo que me hace mucho bien a todos los niveles. No es tan fácil pero se ven avances rápido, que anima bastante, y aprendes a moverte de otra manera que notas mucho más sana. Llegué incluso a bailar en una gala benéfica. Joder, qué vergüenza. Un saludo a mi profe encantadora, por cierto, Gloria, espero que estés descansando que en unas horitas nos vemos!


Otro que llega de fiesta a las 4.05. Os tengo calaos :-) Tengo que cambiar la configuración de las notificaciones :-D


También hice un año de Tai Chi, una experiencia también, lento, creo que también puede hacer mucho bien a la gente con EM, desde luego, solo que quizás no casamos del todo y no me enganché. Y yo necesito enganche.

Desde el año pasado estoy con el vientre y yoga; oye, genial, en serio, se lo recomiendo a todas las personas con EM; las razones del vientre ya las dije, el yoga, genial. No sólo para la relajación, que ayuda muchísimo, enseña a respirar, a controlar la ansiedad con técnicas de respiración que funcionan (a mí al menos, como siempre), te mueves suavemente pero todo el cuerpo (las torsiones son mis favoritas) y mi profe es una pasada, la dulzura personificada. Otro saludo para ti, Edu, a ti te veo el miércoles! Si podéis y tenéis oportunidad y ganas, os recomiendo conjugar las dos, creo que se complementan perfectamente. Y ya, creo que de deporte ya voy bien, no necesito más, a eso le unes un poco de fisio (muy muy muy importante un buen fisio, imprescindible).


En cuanto a hacer deporte en tiempo de brote... qué os voy a decir... yo hoy fui a yoga y me sentó genial, mañana toca vientre y será probablemente también genial; como ya voy conociendo, después de tantos años, algunas de mis limitaciones, creo que la historia interesante está en la autorregulación: saber hasta dónde ir y cuándo parar. Respeta el ritmo de tu cuerpo y puedes sacar grandes beneficios. Si en un momento determinado, no aguantas más, espera, deja que se recupere y ya seguirás cuando estés más segura; no hay prisa. Por favor, que me corrija algún fisio si estoy metiendo la pata hasta el fondo! Cuando no hay brote, aprovecha para pedirle un poco más a tu cuerpo, quizás te lo de y saques nuevos beneficios. Quizás no, pero con probar con cuidado, no se pierde mucho, yo creo.


Terminar solo diciendo que ayer, en la segunda parte de mi sueño, tras verme el careto deformado en el espejo, conseguí dormir otras casi 5 horazas!!! Se me apetecía llorar de felicidad, me levanté genial después. Lo dicho, esto cambia muchísimo en muy poco tiempo, a mejor o a peor, eso ya depende, no nos hagamos ilusiones. Así estoy ahora, que despierta desde las tres. Es lo que hay...


Bueno, os dejo que me entra un poco el sueño y a ver si lo aprovecho; para no saber de qué hablar, no lo hice nada mal :-D


Por lo segao!


155 visualizaciones8 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page